Mientras el primer equipo femenino del FC Barcelona ganaba al Chelsea en Stamford Bridge y lograba, por quinta vez en las últimas seis temporadas, un billete para la gran final de la Champions, el filial volvía a hacer historia, precisamente en Bilbao.
El Barça B dependía de si mismo en la última jornada de la Primera RFEF, la división de plata del fútbol femenino español, para proclamarse campeón. Llegaba líder a Lezama, empatado a puntos con un Depor que certificó el ascenso directo la semana pasada y que firmó las tablas (2-2) en Albacete.
Las azulgranas, que querían despedir la temporada por todo lo alto, no fallaron en Bilbao y ganaron al filial del Athletic (0-2, un gol de Emma Martín y otro en propia) para proclamarse, por segundo año consecutivo, campeonas de Liga.
Algo que ya de por si es difícil y excepcional con un filial, pero que tiene más mérito teniendo en cuenta las circunstancias con las que se ha encontrado el equipo que dirigen Oscar Belis y Pol Grau. Lesiones de gravedad -como las de Nina Pou, Txell Font, Onyeka Gamero, Martine Fenger…-, o la participación de varias futbolistas importantes con el primer equipo -Vicky López, Martina, Dragoni, Lucía Corrales y también Ari Arias y Bartel-.
Números extraordinarios
No empezó bien la temporada, algo normal porque, como cada año, hubieron muchos cambios en veranos. Salidas, llegadas y futbolistas del Juvenil que se estrenaban con el filial. Sin embargo, el Barça B cogió la senda de la victoria y no ha perdido un partido desde el 17 de diciembre, contra el Alhama que el año pasado jugaba en Primera.
Jonatan Giráldez se acordó de ellas en Stamford Bridge, tras el partido contra el Chelsea: “Primero quiero felicitar a nuestro filial, han ganado hoy la liga. Y tiene mucho mérito que lo hayan hecho por segundo año consecutivo con las circunstancias que se han encontrado. Estoy muy feliz y orgulloso por las jugadoras y el cuerpo técnico”.
Son campeonas de Liga con 58 puntos, 55 goles a favor y solo 17 en contra. El equipo que más goles ha anotado y el que menos ha encajado. Un título que es el premio al gran trabajo de una generación histórica de futbolistas -y cuerpo técnico y responsables del fútbol formativo- que se hace en la cantera