El Barcelona Open quiso rendir homenaje a uno de los jueces de silla más veteranos, el brasileño Carlos Bernardes, que pondrá fin a su extensa carrera al final de esta temporada.
Como sucediera con Rafa Nadal el pasado miércoles, la arcilla barcelonesa vivió este viernes el último baile de Bernardes en el torneo catalán. Fue el duelo entre Stefanos Tsitsipas y Facu Díaz el último en el que el brasileño vivió desde su silla y la organización quiso reconocer su trayectoria con un pequeño acto al final del encuentro.
Los recogepelotas formaron un pequeño pasillo desde la esquina de presidencia para acompañar el camino del juez de silla hasta las autoridades que le esperabana para ofrecerle una placa en recuerdo a su trabajo. Xavier Pujol, director ejecutivo del Barcelona Open y David Ferrer, director deportivo del torneo, acompañaron a Bernardes en la pista donde también estuvo su esposa, Francesca Berbardes.
En el emotivo homenaje se repasó también su trayectoria, acompañando el acto con imágenes del mítico juez de silla durante sus años desempeñanado una labor a menudo gris y silenciosa pero sin la que el tenis no podría sobrevivir.
Bernardes se inició como juez de silla hace ya 35 años. Más de tres décadas en las que ha arbitrado hasta 7.000 partidos en 700 torneos, entre ellos, 400 finales entre Grand Slams, ATP Finals, ATP y Challengers. Para redondear su “palmarés”, ha sido árbitro en cinco Juegos Olímpicos y en dos semifinales de Copa Davis.